¿Qué son las defensas en puerto?

Puerto de guardabarros

Una defensa en puerto es un dispositivo que protege a una embarcación de colisionar con un muelle, embarcadero u otra embarcación cercana a la costa. Las defensas funcionan como topes o amortiguadores, absorbiendo la energía cinética con una acción elástica. Esto reduce el impacto de la interacción recíproca. Por lo tanto, las defensas portuarias son útiles para evitar daños estructurales a los buques.

Índice

¿Por qué necesitamos defensas en el puerto?

Todos los buques deben atracar en lugares autorizados. Durante esta operación, el buque debe situarse en un lugar preciso para cumplir su misión. Al mismo tiempo, la tripulación debe tener en cuenta el espacio disponible y otros aspectos del muelle, el puerto, la dársena, los pantalanes, la costa, etc. Cuando un buque está fondeado, puede asegurarse mediante boyas de amarre.

Como resultado, aunque el buque se desplace a un ritmo glacial, existe un riesgo significativo de contacto o colisión con el puerto u otras estructuras. Cuando un buque está anclado en un amarradero, la posibilidad de contacto sigue siendo significativa. Sin embargo, la velocidad de un buque es nula después de atracar o amarrar. Sin embargo, la naturaleza de las aguas es extremadamente dinámica.

Las corrientes, las mareas y las olas contribuyen al movimiento continuo. Como resultado, incluso los buques que no flotan pueden entrar en contacto ocasionalmente con los edificios de la costa. Además, diferentes embarcaciones cumplen funciones distintas en rompeolas, muelles, dársenas, puertos o en tierra. En consecuencia, es más probable que las embarcaciones individuales entren en contacto directo entre sí.

En cambio, cuando un buque entra en un puerto con mucho tráfico, aumenta el peligro de colisión con otro buque. Además, dos buques pueden atracar juntos para diversos fines, como el repostaje o el transbordo de carga, lo que suele denominarse transferencia de buque a buque (STS).

De esta necesidad surgieron las defensas portuarias. Puede ver estas defensas de caucho en diversos puertos. Entre las defensas comunes en los puertos se encuentran las defensas de caucho de arco. Por la misma razón, hay muchas diferentes tipos de defensas marinas que pueden utilizarse desde pequeñas lanchas rápidas hasta enormes buques de carga. Estas defensas marítimas de goma protegen la estructura del casco de choques e impactos localizados.

Guardabarros en puerto-1

Factores a tener en cuenta al elegir un guardabarros

Una defensa construida para un uso puede no ser adecuada para otro. En consecuencia, depende del tipo y la finalidad del buque. En consecuencia, la selección de defensas para un lugar y una operación concretos viene determinada por una serie de factores.

Tipo de buque

Ésta es la consideración más importante. Los métodos de defensa diseñados para los puertos pesqueros son completamente ineficaces para los grandes cargueros que entran en el puerto. Además, el tipo, el tamaño y el diseño del buque son importantes. Por ejemplo, las defensas de arco son apropiadas para buques pequeños y medianos.

Del mismo modo, los graneleros y los buques de carga ordinaria deben estar amarrados cerca del muelle o del caballete con un espacio libre restringido. Esto garantiza una transferencia eficaz de la carga gracias al máximo alcance de las grúas. Del mismo modo, los buques de pasaje lo requieren para permitir el embarque y desembarque seguro y fácil de los pasajeros.

En consecuencia, se suelen utilizar grandes guardabarros planos del tamaño y la forma adecuados, que son resistentes y requieren poco espacio libre.

Además, los sistemas de defensas actuales ofrecen características avanzadas, como movimiento paralelo, deslizamiento y extrusión retráctil. Pueden absorber el ímpetu del buque durante largos periodos de tiempo al tiempo que se adaptan a las influencias externas. Esto reduce la distancia entre el buque y la terminal portuaria. La energía de atraque está directamente relacionada con el tipo de buque.

Estructura y entorno

Las infraestructuras costeras y la ecología son cruciales. Las condiciones en torno a un rompeolas, muelle o espigón determinan el peligro de colisión y las fuerzas que intervienen en el impacto. Por ejemplo, el nivel de las mareas, el oleaje, las corrientes, etc.

Del mismo modo, se tienen en cuenta el tipo y la configuración de la estructura. Por ejemplo, los rompeolas de pilotes abiertos, que son populares en las operaciones en aguas profundas, son sensibles a la carga y tienen una superficie de defensa pequeña. Por tanto, son necesarios dispositivos de defensa grandes y eficaces. Estos dispositivos no sólo pueden soportar las pesadas cargas de buques enormes, sino que también pueden funcionar en condiciones externas cambiantes, como mareas altas o grandes cargas de olas.

Configuraciones y métodos de amarre

Los buques se pueden amarrar al costado de diversas formas, en función de sus necesidades y construcción. El atraque lateral es el método más común, seguido del atraque en los extremos (proa o popa). También hay formas poco comunes, como el atraque en delfín o el atraque en esclusa. Así, cuando un buque debe atracar por la proa o la popa, la disposición del atraque en el buque y la estructura difiere del método de atraque lateral.

Este elemento está directamente relacionado con el primer punto (tipo de buque). Por ejemplo, consideremos un buque con proa esférica que debe atracar de frente. Entonces, sus defensas difieren de las de un buque sin proa esférica. Otras consideraciones importantes son la velocidad de aproximación, el ángulo, etc.

Guardabarros en puerto-2

Tipo, diseño y disposición del guardabarros

Considere el tipo, diseño y disposición de las defensas en zonas de alta interacción. Las defensas portuarias suelen estar organizadas en línea a intervalos más o menos regulares. Estas defensas se encuentran en las zonas más alejadas del puerto, el muelle o el caballete. Allí podrían entrar en contacto con el casco del buque. Defensas de goma también se instalan en los cascos laterales de barcos y buques, a lo largo de la línea de flotación y los bordes de cubierta.

Así, para los puertos, se pueden poner defensas según sea necesario. Las defensas, en su mayor parte, son opcionales para las grandes embarcaciones marítimas en movimiento. Esto se debe a la ausencia de colisiones a baja escala en aguas profundas, así como a los efectos de las defensas de los barcos sobre el peso, la estabilidad y la velocidad.

Tipos de defensas

Las defensas en puerto varían significativamente en tamaño, forma, tipo y estilo. Los tipos más comunes de defensas según su forma son los siguientes:

  • Defensas cilíndricas
  • Defensas esféricas
  • Guardabarros cuadrados
  • Defensas de esquina
  • Defensas redondas
  • Defensas cónicas
  • Defensas circulares
  • Guardabarros
  • Defensas en forma de D

Según su movimiento, hay muchos tipos:

  • Arreglados los guardabarros
  • Defensas flotantes

Las defensas fijas, como su nombre indica, se fijan a una estructura, como un barco o una plataforma portuaria. Una defensa flotante se suspende en el agua y se deja flotar. Sirve de tope entre dos elementos, como un buque o una estructura fija.

Además, las defensas pueden clasificarse genéricamente en los siguientes tipos en función de su estructura y diseño:

Guardabarros en puerto-3

Escenarios de aplicación

Las defensas de placa plana se utilizan exclusivamente en estructuras terrestres como rompeolas, muelles de puentes y puertos. Están hechas principalmente de caucho y tienen un alto índice de rigidez. Además, no se comprimen considerablemente, por lo que son ideales para colisiones de bajo momento. Suelen ser circulares, anulares, cuadrados o en forma de D.

Las defensas fijas son las más utilizadas en tierra. Las defensas neumáticas, por su parte, suelen utilizarse entre buques. Sin embargo, también se utilizan en tierra cuando hay buques más grandes.

Las defensas neumáticas son más grandes y contienen aire a presión. Como resultado, pueden absorber una gran cantidad de energía mientras se desvían muy poco. Las defensas neumáticas proporcionan una mayor flexibilidad y son perfectas para amarrar entre dos buques flotantes con un amplio rango de movimiento. Además, son ideales para atracar buques enormes a gran velocidad. Las defensas neumáticas suelen tener forma cilíndrica o esférica.

Debido a sus cualidades neumáticas, suelen clasificarse como defensas flotantes. Las defensas de espuma, al igual que las neumáticas, pueden flotar gracias a su construcción. Tienen un núcleo interior de espuma y una carcasa exterior de polímero sintético o elastómero. Otra ventaja de los polímeros de espuma es que no se desinflan cuando se pinchan.

Las defensas mecanizadas que se ajustan y retraen en respuesta a la presión de la carga también están muy extendidas hoy en día. Las defensas se suelen clasificar como de patas, extruidas, deslizantes o de movimiento paralelo.

Factores de diseño

La energía de atraque es la característica más significativa en el diseño de defensas. La energía de atraque es la energía cinética de una carga de impacto cuando viaja de un buque a un atracadero o entre dos embarcaciones.

La separación entre defensas es la distancia entre dos defensas cercanas. Viene determinada por el tipo de embarcación, el entorno y el método de amarre.

El contacto entre defensas es la fuerza que comparte cada defensa. Esto está relacionado con la configuración del amarre y el tipo de buque. Como ya se ha dicho, cuando el buque está amarrado lateralmente, las fuerzas sobre las defensas son más o menos constantes. Esto se debe a que todo el ciclo de carga es extremadamente dinámico.

Materiales

Los materiales varían en función del tipo de guardabarros. Por ejemplo, en las defensas de espuma, el núcleo interior es de espuma y el exterior, de elastómero. Las defensas planas suelen estar reforzadas con polietileno, caucho y, en ocasiones, acero.

Las defensas hinchables se fabrican con caucho ordinario (como los neumáticos) y monómeros. Además, el cloruro de polivinilo es una sustancia comúnmente utilizada. Las defensas mecánicas se construyen principalmente de acero y se rellenan con caucho en el punto de contacto. Así pues, el material utilizado para la defensa viene determinado por su resistencia y sus requisitos funcionales.

Conclusión

En conclusión, las defensas en los puertos protegen los buques y las estructuras portuarias. Las defensas protegen el casco y la estructura de atraque absorbiendo la energía cinética del buque durante el atraque. Como resultado, las defensas portuarias pueden ayudar a garantizar que las operaciones marítimas se desarrollen sin problemas y con seguridad.

Además, el diseño y la selección de las defensas son cruciales. Esto se debe a que deben personalizarse para adaptarse a una amplia gama de tamaños, tipos y condiciones ambientales de los buques. Es fundamental conocer los distintos tipos de defensas y sus aplicaciones. Esto se debe a que mejora la seguridad y la longevidad de las instalaciones portuarias.

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